25 febrero, 2016

You touched me and suddenly I was a lilac sky

Uno es como es, dicen, pero no hacen más que sonar de una forma caprichosa. Soy como soy porque tengo muchas situaciones únicas e irrepetibles en mi historia por más que no lo parezcan, porque estos años que tengo de vida, sean pocos o muchos depende para quién, me marcaron en diferentes aspectos y me hicieron lo que soy hoy; muy distinta a lo que fui ayer y muy distinta a lo que seré mañana. Tanto situaciones como personas son las que nos cambian, y no necesitamos siquiera que tengan un gran poder sobre nosotros ni la voluntad para hacerlo, a veces ni necesitan hablar, su mera existencia es la que nos cambia.
Reflexionando, pude darme cuenta de las tantas cosas que me sucedieron para hacerme la persona que soy hoy, y en la forma que cuesta explicar porque no es algo fácil de transmitir en palabras, simplemente cualquiera podría entenderlo porque a todos nos pasa. Me pongo a pensar en todas las personas que influyeron en mi vida no sólo porque ellas decidieron formar parte (si es que lo hicieron), sino porque sobre todo yo decidí que ellas ingresen a mi vida e intervengan. A algunas las dejé ir sin importancia aunque no me hubiera molestado que se quedaran y otras afortunadamente se quedaron, porque yo quise y porque ellas quisieron, porque mi influencia en su vida también le suma y no le resta.
Estoy feliz de que sea así, estoy feliz de las personas que me rodean hoy en día y espero que lo hagan para siempre. También estoy feliz por las personas que estuvieron en mi vida pero que por alguna razón nuestros caminos se separaron habiendo tenido una mínima interacción, porque no importó el tiempo, importó la maravillosa huella que dejaron en mi vida para influirme en algún aspecto poco o mucho.

Por más que lo intentemos, las palabras y las razones nunca van a bastar para explicar porqué actuamos y pensamos de la manera en que lo hacemos. Lo mejor que podemos hacer es congratularnos y en vez de odiarnos por algo que hicimos o dijimos intentar cambiarlo aunque después de todo, es la manera en la que somos.