Era demasiado bueno para ser verdad no tener la obsesión que tanto me
caracteriza por nadie y haber podido sobrevivir a un año sin ella. Me volvió a
picar el bicho, no sé bien de qué, pero bicho al fin.
El tercero es el vencido, ¿no? El año de la carrera, quiero decir.
Todavía no había tenido la fortuna de enamorarme
en la facultad; digo enamorarme para no complicar el tópico, pero así parece
estar sucediendo. Menos mal que no me pasa seguido, porque no creo que mi
corazón aguantara tanto.
Si no es a primera vista, no es. Y así fue. Empezó como suele empezar:
una distracción. Después, todo lo sabido. No sé amar de otra forma más que obsesionándome y recaudando toda la
información posible sin establecer el mínimo contacto con la persona en
cuestión. Por más que pueda hablar sin complejos con cualquiera, una vez que
caigo en la trampa me vuelvo el ser más introvertido que existe.
No miento cuando digo que cada semana espero verlo, haberme equivocado y
darme cuenta de que no era tan lindo como pensaba y proyectaba, porque lo veo
poco y de lejos, pero la verdad es que cada día me importan menos las
diferencias y me termina gustando más. Lo que mayor impotencia me da es la
accesibilidad que parece tener y la cobardía que yo sin dudas poseo cuando
tranquilamente podría fluir de manera espontánea.
Soy todo lo que odio en su máxima expresión, pero no puedo evitarlo.
Reflexiono sobre cosas para que me convenzan de alguna forma de que lo supere,
porque quiero superarlo, y es inútil. Es una decisión que va más allá de mi
elección y ni siquiera puedo clasificarla de manera exacta. NI SIQUIERA QUIERO
ESTAR CON ALGUIEN e inexplicablemente lo hago, aunque sea una parte diminuta,
casi imperceptible de mi ser. Aunque me duela admitirlo.
Elige tu propia aventura
Final 1: Siempre digo y critico que estar con alguien significa
depender, significa dejar de ser nuestra propia prioridad y convertirnos en
alguien distinto a lo que solíamos ser, a legarle nuestra felicidad a alguien
más. Curiosamente, es lo que necesito; desprenderme un poco de mí y encargarle
a alguien más mi satisfacción. No por haberme aburrido, sino porque estoy
cansada y necesito paz mental, dejar de pensar. Nada más alejado al significado
auténtico del amor.
En consecuencia, termino siendo egoísta porque no me interesa el otro
prácticamente, solo yo. Y solo así puedo encontrarle sentido a lo que siento
sin perderme.
Final 2 (mi fav): veo a cualquier pareja y no puedo evitar el rechazo
que me da, pero basta un segundo para que mi subconsciente me juegue una mala
pasada y me haga imaginar la misma situación con él y yo como protagonistas. Me
excita. Me carga de ganas de confesarle todo, porque siento que si abro la boca
en frente suyo es para decirle lo tanto que me atrae y la oportunidad de
conocerme que quiero que me conceda.
La mejor parte es que dudo que él esté enterado de algo, aunque sea el
mínimo detalle.
Filmado y dirigido por mí.