01 mayo, 2017

The more you cling to love, the more you're gonna lose your mind

Era demasiado bueno para ser verdad no tener la obsesión que tanto me caracteriza por nadie y haber podido sobrevivir a un año sin ella. Me volvió a picar el bicho, no sé bien de qué, pero bicho al fin.
El tercero es el vencido, ¿no? El año de la carrera, quiero decir. Todavía no había tenido la fortuna de enamorarme en la facultad; digo enamorarme para no complicar el tópico, pero así parece estar sucediendo. Menos mal que no me pasa seguido, porque no creo que mi corazón aguantara tanto.
Si no es a primera vista, no es. Y así fue. Empezó como suele empezar: una distracción. Después, todo lo sabido. No sé amar de otra forma más que obsesionándome y recaudando toda la información posible sin establecer el mínimo contacto con la persona en cuestión. Por más que pueda hablar sin complejos con cualquiera, una vez que caigo en la trampa me vuelvo el ser más introvertido que existe.
No miento cuando digo que cada semana espero verlo, haberme equivocado y darme cuenta de que no era tan lindo como pensaba y proyectaba, porque lo veo poco y de lejos, pero la verdad es que cada día me importan menos las diferencias y me termina gustando más. Lo que mayor impotencia me da es la accesibilidad que parece tener y la cobardía que yo sin dudas poseo cuando tranquilamente podría fluir de manera espontánea.
Soy todo lo que odio en su máxima expresión, pero no puedo evitarlo. Reflexiono sobre cosas para que me convenzan de alguna forma de que lo supere, porque quiero superarlo, y es inútil. Es una decisión que va más allá de mi elección y ni siquiera puedo clasificarla de manera exacta. NI SIQUIERA QUIERO ESTAR CON ALGUIEN e inexplicablemente lo hago, aunque sea una parte diminuta, casi imperceptible de mi ser. Aunque me duela admitirlo.

Elige tu propia aventura
Final 1: Siempre digo y critico que estar con alguien significa depender, significa dejar de ser nuestra propia prioridad y convertirnos en alguien distinto a lo que solíamos ser, a legarle nuestra felicidad a alguien más. Curiosamente, es lo que necesito; desprenderme un poco de mí y encargarle a alguien más mi satisfacción. No por haberme aburrido, sino porque estoy cansada y necesito paz mental, dejar de pensar. Nada más alejado al significado auténtico del amor.
En consecuencia, termino siendo egoísta porque no me interesa el otro prácticamente, solo yo. Y solo así puedo encontrarle sentido a lo que siento sin perderme.
Final 2 (mi fav): veo a cualquier pareja y no puedo evitar el rechazo que me da, pero basta un segundo para que mi subconsciente me juegue una mala pasada y me haga imaginar la misma situación con él y yo como protagonistas. Me excita. Me carga de ganas de confesarle todo, porque siento que si abro la boca en frente suyo es para decirle lo tanto que me atrae y la oportunidad de conocerme que quiero que me conceda.

La mejor parte es que dudo que él esté enterado de algo, aunque sea el mínimo detalle.


Filmado y dirigido por mí.