Somos tres. Correspondía que elijamos el camino que le
parecía (dentro de todo) apropiado a la mayor parte, mínimamente. Está bien, el
problema es entre dos y mi opinión, jamás influyó, influye ni influirá. No pudiste con tu egoísmo y terminaste lastimando de
más. Y pretendés que todo esté como siempre, o mejor.
Si tenés ganas de creer que estoy equivocada, problema tuyo. Yo no voy a cooperar en nada más que mi propia felicidad.